martes, 3 de mayo de 2016

El Regreso 42

A veces cuando me siento ante el ordenador me quedo en blanco, parece que todo huye de mi cabeza, y a veces son tantas las cosas que querría contar, que no se por donde empezar.
Es posible que hoy me encuentre como entre dos aguas, la parte de arriba y la parte de abajo.
La de arriba son nuestros hermanos de otros mundos y aunque nos cueste creerlo han venido a éste.
La de abajo, somos nosotros, incrédulos, sin mirar más allá de nuestras propias narices, haciendo caso omiso de la multitud de señales que estamos recibiendo.
La verdad es que no estamos preparados para un encuentro con ellos, la verdad es que no se si nos lo merecemos, el encuentro con civilizaciones superiores podría ser determinante para que de una vez por todas pensemos en el bien común antes que el personal.
Las grietas que producimos en el planeta Tierra y en la propia humanidad cada vez son mayores, empiezan a ser insoportables y a medida que avanzamos en el tiempo se hacen más irreversibles.
Deseo de todo corazón que cuando ése futuro encuentro se produzca yo esté aún en éste mundo para poder disfrutarlo.
Os recuerdo que estamos viviendo un tiempo sin tiempo, tregua que se nos ha concedido para que decidamos que hacer de nuestro futuro. El ser humano podrá salir de la cuarentena a la que estamos sometidos desde hace miles de años, siempre y cuando equilibre dos cosas: tecnología y espiritualidad. No olvidéis que espiritualidad no es religión.
Estamos a punto de dar un gran paso, nos lo tendremos que merecer.


No hay comentarios:

Publicar un comentario