sábado, 21 de mayo de 2016

El Regreso 53

Verdaderamente estamos en el ocaso de ésta última etapa de nuestra civilización. Es probable que ésta sea la sexta extinción que se produce en nuestro planeta. En la caída no valdrá el hecho de que uno se considere justo o no, de haber hecho bien las cosas o no, serán rescatados los niños, aquellos que reúnan las condiciones adecuadas para dar comienzo a una nueva etapa de nuestra raza y en otro lugar. Estas consideraciones me las reportaba un colega hace unos días, está en lo cierto.
Nuestro mundo, aunque nos pese y no seamos capaces de reaccionar va a peor, a mucho peor, estamos auto matándonos poco a poco. Estúpida ceguera, estúpida ambición, estúpido orgullo sin conciencia que nos llevará al desastre.
La esperanza, sería una reacción a nivel mundial tomando conciencia de los desastres que estamos provocando, olvidarse de los separatismos y sobre todo para que los hombres se pudiesen entender, dejar a un lado las religiones que tanto daño están causando y han causado siempre.
Acaso es creíble que un ser superior, una conciencia cósmica, un ente creador del universo, crearía el sin fin de religiones que solo han servido para separar al hombre. No hay una mente abierta capaz de suponer semejante disparate.
El ser humano es una partícula de Esa Entidad, por lo tanto no necesita intermediarios ya que es Ella Misma.
La persona que nace ciega, desarrolla los restantes sentidos en un porcentaje más elevado que los que nacen viendo, se estimula así misma. La pena, es la ceguera cuando se tienen los ojos sanos.
Hay que espabilar, todos, si no queremos escribir nuestro futuro con tinta negra.

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