El dominio de las emociones es una asignatura pendiente y difícil de conseguir un aprobado. No nos hacemos idea de lo que enturbian nuestra mente y nuestros actos las emociones, su control es necesario para no perder el equilibrio en nuestro comportamiento.
Aunque no sepamos de que parte de nuestro ser surgen las emociones y de lo único que podemos estar seguros es de que las sentimos, para su dominio es necesario que entendamos que las cosas surgen por y para una finalidad, que todo tiene un porqué y un para qué, que nada es casual, si no causal.
Lo que ocurre es que no entendemos porqué y para qué nos llegan las cosas, solo creemos entender y no siempre lo que provocamos nosotros mismos.
Somos grandes desconocedores de nosotros mismos, nos trabajamos muy poco, creemos que lo sabemos todo con relación a nosotros y estamos muy equivocados, incluso cuando queremos conseguir algo no pensamos en sus consecuencias, solo que lo queremos.
Hoy en día, todo va muy rápido, tecnológicamente avanzamos a grandes pasos, pero lo humano se queda muy rezagado.
No nos preocupa mejorar como personas, solo tener y tener y cuanto más mejor.
Es triste ver como se van perdiendo los valores humanos, la gente se vuelve más fría, más insensible a la desgracia humana, no piensan que la vida desfavorable de una gran mayoría es el resultado de la acción de unos pocos.
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