jueves, 4 de febrero de 2016

El Regreso 11

Me encontraba algo inquieto sin saber porqué, estaba en la cocina preparándome una tortilla francesa y unas tostadas mientras mi mente vagaba por un dilatado tiempo pasado, no buscaba nada, solo me dejaba ir hacia atrás, dejo el plato en la mesa del comedor y cojo del dormitorio una bata, sentía algo de frío por la espalda, la mañana era fresca y no me haría gracia resfriarme porque para mi el resfriado siempre ha sido la antesala de la neumonía.
Casi ne da un infarto, sentado con mi plato delante estaba Luis. En éste momento no supe si reir, llorar o quedarme callado como si no lo viera.
-Venga que no es para tanto Salvador, aunque podríamos decir que la sorpresa puede ser debida a que hace algunos meses que no nos vemos. Y a decir verdad creo que es oportuna, porque hablando en plata estás hecho una mier......No?
---Bueno, a ti no te puedo decir algo contrario a la verdad, ya que tienes la facultad de leerme el pensamiento, si, estoy pasando lo que yo llamaría un momento de desconexión, o quizás se le podría llamar también perdida de fe.
- Ya, de cualquier manera podríamos decir que quien más o quien menos ha tenido momentos de duda, no somos perfectos y siempre hay posibilidad de rectificar y más fácil resulta cuando nos esforzamos por comprender las situaciones, el porqué de las cosas que ocurren y para qué ocurren. La duda es algo que está muy presente en la naturaleza humana, al igual que las emociones y no podemos evadirnos ni de una cosa ni de la otra.
---Pero se supone que cuanta mayor es la experiencia de una persona, menor es la incidencia de la duda, al igual que las emociones, o no?.
- Pues no, una cosa es la experiencia temporal y otra la total,
experiencia temporal es la de éste momento y cuando cumplas tus ciclos de vidas te encontrarás en la experiencia total y habrá desaparecido la duda y también desaparecerán las emociones.
---Entonces que tenemos?.
-Una cosa muy importante y una segunda no menos importante.
---Venga al grano, qué tenemos?
- Una vida que vivir y una vida que entender.
---Me aplastan,tus razonamientos me aplastan. Pero a decir verdad, son mis propios razonamientos, esto es de locos.
- Anda venga, llévate el plato a la cocina que me marcho.
---Cuanto volverás?
- Pronto, recapacita sobre lo que hemos hablado y me cuentas-
---Vale, cuídate.
-No, cuídame tú.
---Me llevé el plato a la cocina sabiendo que Luis me venía detrás para introducirse en mi y así fué.

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