lunes, 21 de diciembre de 2015

El Regreso 4

El viernes pasado, 18 de diciembre del 2015 y como era nuestra costumbre, mi amigo Toni Pacheco y yo nos encaminamos a la zona de la costa llamada La Calobra, aquí en Mallorca. Pertrechados con nuestras linternas, velas, cámaras fotográficas, un par de bocatas y un termo con leche y laccao.
La zona en temporada de invierno está totalmente solitaria, ni un alma, ni tan siquiera los gatos permanecen por allí en invierno. No hacia nada de frio aunque sí mucha humedad. El cielo totalmente despejado auspiciaba que pudiésemos hacer algunas buenas fotos.
Preparamos las velas en el suelo configurando un triangulo, nos sentamos. Eran las doce de la noche, sacamos el cuenco tibetano e hicimos que su vibración resonase en el lugar. Estábamos frente al mar, a nuestra espalda también había agua pues cuando el mar está revuelto y con oleaje, introduce agua hacia dentro de la cala dejando después un pequeño lago, a derecha e izquierda montaña.
Colocamos la cámara de vídeo, preparada para filmar en ínfrarojo y casi inmediatamente un circulo blanco apareció en la pantalla, la cámara enfocaba al cielo en vertical, encima de nuestras cabezas. El circulo se movía, empezó a cambiar de color y sus movimientos no tenían un rumbo fijo. Miramos sobre nuestra vertical y no veíamos nada, nuestros ojos no eran capaces de verlo, pero la cámara en infrarojo sí. Sus colores eran bellisimos y los cambiaba constantemente. Tome la linterna e hice unas señales hacia arriba,
el objeto hizo unos movimientos de expansión imitando a las hondas que se producen en el agua al lanzar una piedra, nuestra impresión fue que contestaba a nuestras señales. La experiencia duro como una hora y se interrumpió porque se nos acabo la batería y la cinta de la cámara. Nos disgusto un poco tener que interrumpir la experiencia pero no tuvimos otra alternativa.
No solo había un objeto, pudimos ver solo a través del visor de la cámara seis o siete pero al estar separados unos de otros tuvimos que fijar nuestra atención en uno solo.
Permanecimos un rato comentando lo que había ocurrido y después de fumarme el mejor cigarrillo del día decidimos regresar a casa.
Nuestros cielos están llenos de naves y de entidades que han venido a presenciar el cambio en la humanidad, Éste cambio sabemos que es debido a la entrada de nuestro planeta en el campo energético de la estrella Alción. Si miramos queriendo ver, lo vemos.

3 comentarios:

  1. Gracias por compartir la experiencia. Me gustaría ayudar en lo que pueda pero no se cómo.

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  2. Trato de transmitir toda la información que encuentro pero la mayoría no presta atención.

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  3. Gracias por seguir con tus investigaciones Salva, me alegra mucho. Soy Soraya la camarera mas dicharachera que conociste en el pirineo, os mando mucho cariño a ti y a toda la familia desde Tenerife, me he acordado mucho de vosotros pero perdi telefono y el blog lo encontre hace poquito. Un gran abrazo, fue un gran placer compartir ratitos con vosotros.

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