A veces pienso que el ser humano es masoquista por naturaleza, le encanta tropezar repetidamente con la misma piedra. Ésta civilización está al borde de un crak, un se acabó y vuelta a empezar. Somos la sexta civilización en habitar éste pequeño planeta, la quinta fué la Atlantida, la cuarta Lemuria y sin mirar más al pasado seguimos sin aprender, sin entender dos cosas basicas pero superimportantes, nuestro planeta nos sostiene, nos alimenta y mantiene el equilibrio como consecuencia de su propia naturaleza. La soberbia nos aturde mental y espiritualmente. Nos creemos los reyes de la creación, con derecho a todo, manipulamos y retorcemos lo que está derecho al creernos poseedores del saber, no nos cuesta ningun trabajo ensuciar pero sí limpiar.
Da la sensación de que si nos comportamos con honradez y sinceridad vamos a causar el ridiculo de cara a los demás, verdadero error, solo la verdad nos puede hacer libres, solo la sinceridad apacigua nuestra conciencia y es cuando el espíritu humano se manifiesta en toda su grandeza.
Ya es hora de llamar al pan pan y al vino vino, la hipocresia ya no debe tener cabida en nuestra sociedad. Vamos, o mejor dicho, estamos comenzando a andar el cambio, el cambio de una nueva conciencia y nuevo estado social y planetario.
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