Siento que es así, la última etapa. El ciclo concedido a nuestra humanidad para luchar en pro de nuestra evolución está a punto de expirar. Deberemos decidir conscientemente que es lo que queremos de cara al futuro. Si seguimos como hasta ahora es muy probable que nos demos un batacazo de consecuencias incalculables. La existencia de nuestra civilización peligra.
Si por el contrario hacemos un examen de conciencia con proposito de enmienda es seguro que nuestra civilización dará un salto adelante entrando en una nueva energía y con seguridad cambiando de dimensión. Puede parecer cosa de ciencia ficción, pero no lo es.
Hace poco tiempo era inimaginable que dos personas pudiesen comunicarse a cientos o miles de kilometros de distancia y hoy es una realidad. En el universo no existe lo imposible.
Yo no se exactamente cuando ni como ocurrirá, nadie lo sabe.
Nadie de éste mundo ni nadie de otros mundos alrededor nuestro. Y puedo asegurar que muchas entidades espirituales, unas encarnadas en nuestro planeta y otras no, esperan el acontecimiento como algo especial que no ocurre con frecuencia en el universo.
Se espera que seamos capaces de afrontar el cambio mejorando nuestra forma de ser, es decir, debemos ser mucho más solidarios con nuestros hermanos, teniendo en cuenta de que todos somos hojas del mismo arbol. Alejarnos del materialismo. Debemos amortiguar o eliminar la influencia de nuestro ego. Debemos aprender, o mejor dicho, escuchar con más atención nuestro interior.
Los mundos habitados de nuestra galaxia esperan nuestra decisión, no estamos solos y nunca lo hemos estado. Siempre tendremos su ayuda aunque el trabajo es nuestro.
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