Lo más parecido a nuestro cerebro es nuestra corriente sanguinea, corre y corre sin descanso, va a su aire, independiente de nuestra voluntad, sin control por nuestra parte. Así nuestro cerebro genera multitud de pensamientos de los que no tenemos ni la más remota idea de porqué surgen. De ésta manera seguimos permitiendo que el gran aliado de nuestro EGO (el cerebro) siga bombardeandonos con pensamientos inútiles, perniciosos. Pensamientos que entorpecen la creatividad de la persona y la predisponen a su enemistad con sus congeneres.
El pensamiento es una de las fuentes creativas más potentes del ser humano. Es en esencia creativo y quizas el mayor don que al hombre los cielos dieron.
Sabemos lo dificil que resulta controlar los pensamientos, pero como todo en la vida se necesita practica. Cuanto mayor es el esfuerzo, mayor es la gloria.
Vienen tiempos dificiles, tiempos de reflexión y autojuicio. Reconocer nuestros errores y admitir nuestra equivocación es el comienzo de un nuevo camino.
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