El cambio de conciencia es inevitable para ésta humanidad. El universo no entiende de posturas planetarias que puedan favorecer los apetitos de sus habitantes. El universo es geometría, es matemática, es evolución para su propio autoconocimiento,
es su finalidad, CONOCERSE como manifestación y obra del Creador.
Éste cambio provoca confusión en el ser humano, desagrado con la propia existencia, irritabilidad, cambiantes estados de humor sin justificación aparente, actos bondadosos impensados, reflejos de un despertar altruista, un desapego con lo religioso al empezar a comprender que somos parte viviente del Creador y que no hay necesidad de intermediarios que nos digan donde iremos al morir y qué podremos obtener si somos obedientes y seguidores de sus consejos.
Tengamos en cuenta que los consejos, algo a lo que los seres humanos son esplendidos ofreciendo, son MANIPULADORES.
Sin embargo la sugerencia no lo es. Busquemos la diferencia.
El cambio será duro para la mayoria. Dos adversarios formidables nos esperan: EL APEGO Y EL EGO. De ambas cosas andamos sobrados, por no decir cargados. Nos espera un duro trabajo y no demasiado tiempo.
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